sábado, 19 de septiembre de 2009

Tragedias que duelen

Teléfono Rojo
Eliseo Tejeda Olmos

Otra nueva tragedia, de esas que deberían dolernos a todos, estuvo a punto de ocurrir en la colonia Higueras de esta capital, en donde una joven madre soltera pretendía incendiar su casa con sus dos pequeños hijos, de tres y un año de edad y que por aviso oportuno de una vecina a la policía, logró evitarse y no concluyó en el triste caso de la muerte de una pequeña de cuatro años torturada y maltratada constantemente por su propia madre.
Lo más espantoso de estas tragedias es ver la indiferencia de vecinos y conocidos, de funcionarios supuestamente encargados de proteger a los más débiles como son los niños y los ancianos, indiferencia de quienes ven las condiciones lastimosas en que se encuentran indefensos y pasan de largo o fingen no darse cuenta de nada.
De parte de los testigos presenciales, su apatía la justifican porque por cuestiones legales, deben presentarse y confrontar a los agresores en las agencias del Ministerio Público afrontando amenazas de que cuando los abusivos cumplan su sentencia saldrán de la cárcel a cobrarse la acusación.
No vale, al parecer, la denuncia anónima y persecución de oficio.
En cuanto a las autoridades encargadas de la protección a los más vulnerables, ya no se diga de todos los integrantes de la sociedad, si no hay denuncia directa y confirmación de la misma, no actúan y cuando lo hacen más temprano que tarde dejan a los agredidos, la más de las veces inocentes que apenas pueden hablar por su edad, en manos quienes abusan de ellos y terminan quitándoles la vida.
Dicen que los diputados, federales y estatales, esos que hoy están tan ocupados en sus precampañas electorales para saltar a un nuevo puesto y un día condenan la situación económica y el otro también, tienen la tarea primordial de hacer leyes a favor de todos, de chicos y grandes, de ricos y pobres, de analfabetos e ilustrados, de hombres y mujeres, de niños y de ancianos.
¿Sus múltiples e importantes actividades políticas les permitirán enterarse de hechos tan lamentables como son los abusos en contra de niños y ancianos? Si lo saben, ya sea por información mediática o plática de amigos o conocidos, deberían entonces dedicar un poco de su tiempo para legislar en la materia y después, los procuradores de la justicia y su impartición, hacer lo correspondiente para evitar que sigan muriendo más niños indefensos a manos de sus propios padres o madres o lo que es peor, de malos sustitutos de estos.
A ver quien de nuestros ilustres legisladores locales o de los recién estrenados en la federación, levanta su voz por los más débiles. Como muchos de otros problemas que son provocados por la descomposición social, el martirio y asesinato de niños es un hecho que debería alarmarnos a todos.
Gracias a la valiente y oportuna denuncia de la vecina parece que dos niños indefensos han salvado la vida. Ojalá y las autoridades competentes no hagan con actitudes burocráticas que esta persona lamente su plausible y generosa acción.
Comentarios: telefonorojo2006@yahoo.com.mx

viernes, 11 de septiembre de 2009

* Lázaro Cárdenas, avenida sin control

Teléfono Rojo
Eliseo Tejeda Olmos

Un accidente más ocasionado por un tractocamión en la avenida Lázaro Cárdenas y que afortunadamente sólo provocó daños materiales y un tremendo susto para los automovilistas que circulaban este jueves 11 de septiembre por la mañana rumbo a su trabajo, hogares y de paso por la ciudad con dirección a Perote.
El clamor porque se construya el libramiento de Xalapa no ha logrado –ni lo hará- que en un corto periodo de tiempo como lo quisieran casi todos, habitantes y conductores que utilizan la Lázaro Cárdenas se concluya esa obra tan necesaria pero monumental.
Lo que si puede hacerse y no se ha hecho, es prevenir mediante controles efectivos de vialidad, que los grandes camiones de carga y pasajeros que circulan por la Lázaro Cárdenas, lo hagan a velocidad moderada.
Un tiempo se instalaron unas casetas con agentes de Tránsito Municipal para obligar no solo a camioneros sino también a automovilistas a reducir la velocidad, pero debido a los actos de abuso y corrupción que se presentaron, los flamantes módulos de control fueron quitados.
Dicen que por ser una gran avenida no pueden ponerse vibradores o boyas para que los conductores reduzcan la velocidad que a veces rebasan hasta los 100 kilómetros por hora en una avenida que cruzan peatones de todas las edades. Muchas han sido las personas de la tercera edad que han perdido la vida arrollados por coches y camiones.
Lo mismo ha sido con los accidentes por choques de vehículos que en ocasiones han cobrado la vida de seres humanos, pero la avenida Lázaro Cárdenas sigue igual: sin ningún control de parte de las autoridades de Tránsito municipal ni estatal.
Mire lo que son las cosas: todas las mañanas, entre las 8:00 y las 9:00 un personaje de la política estatal y sus familiares llegan a la ciudad por avenida Bolivia, esa que sirve de acceso y salida a la vía corta a Coatepec.
A esa hora, y durante ese periodo solamente, se apersonan una patrulla de tránsito con sus respectivos tripulantes y un motociclista para agilizar la circulación sobre la pequeña calle que pasa a un costado del mercado de Los Sauces y que comunica con la parte final de Úrsulo Galván y luego con la avenida Ruiz Cortínes.
Regañan a conductores que se atreven a estacionarse en esa pequeña calle, los amenazan con la grúa y una vez que el importante funcionario y sus familiares han pasado por esa ruta, entonces los elementos de Tránsito se retiran con rumbo desconocido o posiblemente a seguir abriéndole paso “al jefe”.
A esa misma hora, en la calle de Granado entronque con la calle de Manzano en la unidad habitacional del Sumidero, padres e hijos que estudian en la escuela primaria “José María Morelos y Pavón” torean a vehículos y autobuses urbanos y exponen la vida para cruzar la calle para llegar a la entrada del plante.
Bastaría solamente 30 minutos del valioso tiempo de los patrulleros que abren paso “al jefe” en los alrededores del mercado de Los Sauces –de las 7:45 a las 8:15 horas para cuidar la integridad de los comunes ciudadanos –padres de familia y sus hijos- que de lunes a viernes afrontan el peligro de ser atropellados –porque ya los ha habido, por cierto- y otra media hora de las 11:45 a las 12:15 por lo menos, a la salida de la escuela.
No está por demás señalar que las solicitudes respectivas por escrito y verbales ya se han hecho ante las direcciones de Tránsito Municipal y Estatal y la respuesta no ha llegado, esperando que al igual que en la avenida Lázaro Cárdenas, se presente otra tragedia para entonces si enviar a un agente vial a resguardar la vida de ciudadanos comunes y corrientes.
Más que lamentos del sector oficial y de echarse a la bolita los unos a los otros, lo que urge es poner controles sobre la avenida Lázaro Cárdenas desde la altura de la Sefiplan, pasando por las colonias Revolución, Federal, Encinal (Plaza Cristal), Agua Santa, Caminos (entronque Murillo Vidal), Plaza Américas y acceso a Las Trancas.
No es la primera vez que todos expresan lo mismo, peatones y conductores de vehículos porque los cafres que manejan tracto camiones con carga pesada y de autobuses de pasajeros no tomarán por propia iniciativa el manejar a velocidad moderada en todo ese tramo de la avenida Lázaro Cárdenas.
La vida de quienes cruzan esa arteria y quienes conducen sus automóviles por la misma, valen la pena ¿o no?

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