viernes, 30 de octubre de 2009

Difícil, pero no imposible sanear a la Procuraduría

Teléfono Rojo
Eliseo Tejeda Olmos

De tiempo atrás, el procurador de Justicia, Salvador Mikel Rivera emprendió giras por todo el territorio veracruzano, con la finalidad de atender a la gente y supervisar las actuaciones de los ministerios públicos y personal de apoyo de las cerca de 300 agencias y si bien es cierto que con su sola presencia se resolvieron muchos casos que requerían únicamente de elaborar y tramitar un oficio, también recibió directamente y sin filtros burocráticos, las quejas de personas que han sufrido el mal trato de los que se suponen no solamente servidores públicos, sino sus representantes de oficio ante la ley.
Ese quejas motivaron recientemente el relevo de un agente del MP y un oficial secretario en Ciudad Isla, que llevó a Veracruz otra vez al ámbito nacional de las noticias por los crímenes no esclarecidos de varias mujeres y provocó el cambio del responsable del Ministerio Público y de todos los oficiales secretarios.
Lo anterior es una muestra de la determinación del Fiscal General de Veracruz por terminar con los vicios arraigados entre el personal de las agencias del Ministerio Público que no quieren entender que el interés primordial deberá ser la atención a quienes demandan procuración y una mejor impartición de justicia.
Por interés laboral y profesional, el personal de las diferentes agencias de los Ministerios Públicos debería de tomar en cuenta y en serio la postura de Salvador Mikel Rivera y no pensar que después de la separación de 43 trabajadores a principios del mes, ya la libraron, pues de persistir en la mala costumbre de postergar las acciones de investigación si no hay dinero de por medio, una queja bien fundamentada que llegue al Procurador General de Justicia sin duda que derivará en el cese inmediato y si es grave, hasta la correspondiente acción penal.
Porque si no están enterados, continúan bajo la lupa del fiscal Mikel Rivera, los agentes del MP, secretarios, peritos y elementos de la AVI que han sido acusados por los ciudadanos por maltrato, prepotencia y dilación de expedientes.
Ya lo ha dicho el funcionario en repetidas ocasiones y allá de quienes no lo tomen en serio, que quiere dejar una Procuraduría mejor de como la recibió, moderna y con personal capacitado que de trato humano a quienes dolidos, agredidos, desesperados y afectados acuden a la autoridad en demanda de auxilio.
A la vista está el apoyo que el gobernador Fidel Herrera Beltrán ha dado a la Procuraduría y no se vale que malos servidores públicos echen por la borda el esfuerzo del Mandatario veracruzano y el trabajo de un fiscal modernizador y comprometido.
No solamente pretenden burlarse de su Jefe inmediato sino también del Ejecutivo estatal que todos los días procura estar cercano a la gente, como lo ha hecho desde el primer día de mandato.
En este contexto, hay que estar atentos que sucede con el agente del MP, Marco Vinicio Carpinteiro Santos, quien ha sido señalado públicamente como un funcionario comprometido no precisamente con los demandantes de justicia como es el caso del vil y cobarde asesinato de la niña Laura Jennifer García Ávila, estudiante del primer grado de la secundaria técnica 105.
Todavía no se aclara el asunto y ahora resulta que otro caso a cargo de la misma agencia quinta del Ministerio Público, el del fraude cometido por José Guadalupe García Miranda en agravio de 60 estilistas xalapeños a quienes cobró y no cumplió con un traslado y acceso a un evento de capacitación en la ciudad de México, muestra un interés parcial a favor del defraudador y en contra de los afectados.
De los 60 agraviados, una mayoría ya firmó el perdón para el defraudaror al recibir por sugerencia de personal de la Agencia del MP a cargo de Marco Vinicio Carpinteiro, solamente el 50 por ciento de lo defraudado. Como quien dice, “de lo perdido, lo que aparezca”.
Pero los menos exigen el justo pago de la totalidad de lo que aportaron para el viaje, entrada al curso de capacitación y estancia en la ciudad de México. No merecen menos y tampoco el consejo de aceptar lo que les quieran entregar mientras el defraudador una vez en la calle, maquine otro delito a ver ahora contra quien y recupera el dinero que tuvo que devolver.
Los antecedentes y las quejas del actuar en la Agencia de Ministerio Público ahí están, no solamente de su titular sino del personal que bajo sus órdenes se desempeña, solamente falta que la lupa apunte hacia ese lugar y seguramente se descubrirán otros negativos detalles.
Comentarios: telefonorojo2006@yahoo.com.mx