sábado, 25 de septiembre de 2010

¡Vivan los héroes anónimos veracruzanos!

Teléfono Rojo
Eliseo Tejeda Olmos

Que reconfortante y alentador es ver que en medio de la desgracia un batallón de jóvenes se ofreciera de manera desinteresada a atender y apoyar física y moralmente a los miles de damnificados canalizados a los diferentes albergues ubicados en el puerto de Veracruz.
Como en el temblor de 1985 la sociedad civil ha actuado de manera rápida y aunque digan desde el sector oficial, desorganizada, para apoyar a quienes necesitan alimento y cobijo, mientras los encumbrados burócratas responsables de las áreas de protección civil, atención a desastres, desarrollo social y similares se ponen de acuerdo en cómo y cuándo entregarán la ayuda y a quienes.
Revelador es que a una de las colonias marginadas que se ubica en los límites de los municipios de Boca del Río y Veracruz, haya llegado antes que todos, una camioneta ¡desde Yucatán! con apoyo para los damnificados que ni agua potable tiene de manera suficiente.
Causa una gran indignación que muchos de los que desde las instituciones les ordenaron apoyar a los afectados por el paso del huracán Karl, saquen provecho material de los damnificados, cobrándoles la ayuda que supuestamente o de manera oficial se ha pregonado que será gratuita: dotación de agua potable desde pipas, traslado en lanchas de seguridad pública y marina y reconexiones de energía eléctrica ¡hasta en 5 mil pesos!
Lo de la politización de los apoyos, pues a los damnificados en verdad que no les importan si son rojas, azules o amarillas como las despensas que lograron armar y recibieron los perredistas que a estas alturas seguramente ya entregaron a los damnificados. Lo que importa es que la ayuda llegue, en verdad que no hay tiempo ahora para mezquindades.
Algunos grupos de la sociedad se han organizado en células de apoyo para entregar de manera directa y con sus propios medios apoyo en alimentos y agua principalmente, ya sea para agilizar la entrega de los mismos o por desconfianza en las instituciones convocantes, pero lo destacable aquí es que desde el pasado viernes, por ejemplo, han salido desde Xalapa esos grupos de ciudadanos sin bandera, sin leyendas, sin pancartas, sin colores, sin emblemas, con el genuino y puro apoyo de ayudar, de solidarizarse con muchos de los que hoy se quedaron sin nada, sin techo, sin comida y hasta sin consuelo.
Parece que a una semana de que la desgracia cayó sobre comunidades de La Antigua, Veracruz y Boca del Río, por fin autoridades federales y estatales llegaron a un acuerdo para ayudar en serio en todo lo que se pueda a los damnificados, menos no deberían hacer pues es su deber y obligación.
Por eso quienes si se merecen un gran aplauso y reconocimiento son esos jóvenes, esas mujeres, esos hombres que de manera anónima han tendido la mano y extendido el brazo para ayudar a sus semejantes. Esos héroes veracruzanos que no buscan el reflector, la entrevista, la foto en los periódicos. Esas personas que en estos días y los por venir nos han mostrado lo mejor del ser humano, tan en contrario mostrado como aquellos que se comportan como hienas, buitres y depredadores que se alimentan de la carroña.
Comentarios: telefonorojo2006@blogspot.com

sábado, 11 de septiembre de 2010

Tlacotalpan de las inundaciones

Teléfono Rojo
Eliseo Tejeda Olmos


No había tenido la oportunidad de visitar Tlacotalpan desde hace muchos años, pese a que cada año me decía ¡ahora si voy a las fiestas de la Candelaria! Debido a que mi hija Mónica, por carga de trabajo no pudo ir al recorrido por la zona inundada me pidió que la cubriera el pasado viernes, lo que hice con todo gusto porque afortunadamente conservo la vocación de reportero, sin embargo lo que vi al llegar después de un viaje de casi dos horas en lancha sobre el Papalopan me estrujó el corazón.
Tlacotalpan está abandonada a regañadientes, por sus pobladores. Unos cuantos quedan sobreviviendo en azoteas y esperando la ayuda de quien sea: el Gobierno Federal, el del Estado o de la sociedad misma, organizada o desorganizada, pero que la ayuda llegue, eso es lo importante.
En el recorrido a bordo de un vehículo de la Marina, se ven las calles vacías y las puertas de las casas abiertas por las fuerzas de la corriente unas y otras por malandrines que no desperdician la oportunidad de darse a la rapiña. Solamente el Museo de Tlacotalpan está resguardado por militares ya que alberga una obra centenaria valuada en poco más de 20 millones de pesos y que ya ordenó el gobernador Fidel Herrera Beltrán sea rescatada cuanto antes.
En una de las calles, una familia, padre y madre de familia, hija y nieto, relatan a los reporteros la desgracia que aqueja a los que se fueron y a los pocos que se quedaron. Pese a los rondines de la policía, marinos y el ejército, los buitres se dan sus mañas para romper las puertas a golpes por las noches y entrar a robar lo que se pueden.
Más adelante, en un puente que sirve para cruzar lo que en tiempos normales es un arroyo, ahora es un improvisado refugio familiar en el que medio comen unos tlacotalpeños que se quedaron a cuidar sus casas y las de sus vecinos.
Es cierto, la gente de Tlacotalpan está tan acostumbrada a la invasión de las aguas del Papaloapan que desestimó los avisos de alerta por parte de las autoridades de Protección Civil estatales y municipales, porque desde hace muchos, pero muchos años atrás, no se había visto una inundación de tal magnitud como la que prácticamente ahoga a Tlacotalpan, la ciudad amada por Agustín Lara.
De los que se fueron y están en los refugios pocos subieron sus cosas más allá de un metro de altura. Muebles y otros enseres que no son de plástico, se echaron a perder ya. No está de más decir que seguramente muchos lo habrán perdido todo: muebles, ropa, cosas de gran valor sentimental.
Otras víctimas son los animales, las mascotas, que a sus dueños no dejaron subirlas ni a los barcos ni a las lanchas. Unas se han ahogado y otras más afortunadamente han sido salvadas por amigos y protectores de animales, como Laura Haddad que con otro grupo de compañeros suyos además de reportear se ha ido a Tlacotalpan con pocos recursos pero muchos ánimos para trabajar y salvar cuantos animales puedan.
Hay muchos héroes anónimos que cuando mucho saldrán en las fotos: marinos, soldados, lancheros, brigadistas, choferes, personal de la Sedesma, Protección Civil, Secretaría de Salud y policías. A ellos, los sinnombre, nuestro reconocimiento por que muchos de ellos han estado ahí en Tlacotalpan desde hace 20 días por lo menos, los mismos días que ha permanecido ahi la secretaria de PC, Silvia Domínguez, quien con entereza y fidelidad hacia los damnificados, tiene guardia permanente.
Fui y volví a Xalapa, en treinta años de trabajo he visto desgracias, muertos, heridos, desastres, incendios, emergencias de todo tipo, pero ver a Tlacotalpan el pasado fin de semana en esas condiciones casi me provoca llorar, pero pues no, hay que cumplir para informar y pues la única buena noticia, pero buena al fin, es que disminuirá el desfogue de las presas y con ello se espera que el nivel de las aguas sobre la ciudad baje para de ese modo puedan volver los tlacotalpeños a su ciudad, para hacer el recuento de los daños.
Ojalá y nuestra solidaridad, como la que han demostrado muchos veracruzanos que han respondido al llamado de entidades públicas como el DIF y privadas como Avan Radio, siga demostrándose porque cuando los habitantes de la Perla del Papaloapan vuelvan necesitarán de más ayuda, víveres y agua potable.
Comentarios: telefonorojo2006@yahoo.com.mx

sábado, 4 de septiembre de 2010

Protección Civil ocupada

Teléfono Rojo
Eliseo Tejeda Olmos

Vaya que los desbordamientos de ríos e intensas lluvias tienen harto ocupados a los funcionarios, trabajadores y trabajadoras de los sistemas estatales y municipales de Protección Civil, especialmente a los del sur del estado. Vaya, hasta los de Protección Civil de Xalapa, que aunque no hay ríos que inunden a la capital del Estado pero si colonias de las partes bajas que se vean afectadas por los escurrimientos, andan reteocupados y preocupados por las lluvias y consecuentes encharcamientos y potenciales inundaciones en las partes bajas de la ciudad.
Bueno, al menos eso dicen las operadoras que contestan el teléfono cuando, como el pasado viernes por la noche y madrugada de este sábado vecinos de las colonias Carolino Anaya, Balcones del Sumidero y anexas, hablaron alarmados para reportar una fuerte fuga de gas, que como dijera un taxista que fue a dejar pasaje sobre dicha avenida a la altura de la planta de luz de la CFE, bastaba con que un fumador con cigarrillo prendido pasara por ahí para que tuviéramos la infausta noticia de una explosión.
No pasó nada, los alarmados vecinos ya pudieron respirar tranquilos este domingo 4 del mes patrio de septiembre, porque afortunadamente no hubo fuegos pirotécnicos ni truenos a causa de una explosión porque la fuga de gas desapareció tan misteriosamente como llegó.
Además déjenme escribirles (decirle, si fuera reportero de radio o televisión) que antes de hablar a Protección Civil los vecinos lo hicieron a donde les han dicho que hay que marcar en cualquier emergencia: el número 066 de donde a más de uno, con cierta molestia de parte del operador y operadora, según fuera quien contestó, los remitieron al teléfono de Protección Civil, en donde como ya sabemos, andan tan reocupados como andar atendiendo a latosos alarmados nada más porque huele mucho a gas.
Ojalá pronto cesen las abundantes lluvias y la amenaza de inundaciones en Xalapa, para que entonces los de Protección Civil de Xalapa tengan un poco de tiempo para atender llamadas como las del viernes y sábado por la fuga de gas, total dicen en su eslogan que es mejor prevenir, porque después nada más ¡nos lamentamos!

* * *

Si, es muy cierto, a ingenio no le ganan a las “mangas del chaleco”, pero al fin negocio como es el de Telerisa, pues más que visible lo tendencioso de la cápsula del pasado viernes en que quieren mostrar al presidente Felipe Calderón como héroe en su visita a Tlacotalpan, Veracruz, mojando sus pies hasta por ocho cuadras e insertando en un buen trabajo de edición un video en que el gobernador Fidel Herrera va en lancha con la alcaldesa de la perla del Papaloapan, para no mojarse los pies al igual que el Presidente.
Si se bajó Calderón del vehículo militar para sentir el agua de lluvia que anegó las calles de Tlacotalpan, pero atrás de él lo hizo Fidel Herrera, el único mérito del Presidente sería haberse bajado primero, ganarle el brinco pues a tío Fide, pero éste conocedor de las formas y los fondos, ni modo que se bajará primero que el mandatario mexicano.
Pero en fin, el negocio es el negocio para Telerisa, a lo mejor es el cobro por facturas no cubiertas como las que en el PRI dejó Jorge Carvallo Delfín, aunque sostenga cínicamente lo contrario el virtual diputado plurinominal a partir del 4 de noviembre próximo.
Comentarios: telefonorojo2006@yahoo.com.mx

jueves, 2 de septiembre de 2010

Hasta luego Marco Polo

Teléfono Rojo
Eliseo Tejeda Olmos

Hace algunos días comentaba Álvaro Belín en el Facebook, que la parca andaba ocupada con integrantes del miembro periodístico. La Muerte, ahora considerada Santa por sus seguidores, se llevó hace unas semanas al periodista Fidel Samaniego cuando vino al puerto de Veracruz a pasar sus vacaciones. Un infarto masivo terminó con la vida de quien mucho le gustaba nuestra tierra, Veracruz y que cada vez que podía, venía hasta el puerto para tomarse un lechero con sus amigos.
Me parece que fue mi amigo Gaudencio García Rivera, director del periódico 12 horas, quien me presentó a Samaniego. Pocas veces tuve la oportunidad de saludarlo, pero conmigo siempre fue un tipo sencillo y agradable, que extendía la mano para estrechar con fuerza la de enfrente, no como otros que simulan y apenas y si rozan al presentado o conocido.
En fin, lamentable pérdida pero todos tendremos que irnos algún día, estemos preparados o no. El pasado viernes 20 de agosto, otro compañero y amigo periodista se nos ha adelantado: Marco Polo Villanueva Cuenca, hermano de Aurora Villanueva Cuenca. Para ella, los hijos y esposa del por muchos años corresponsal de Telever en Xalapa, nuestra solidaridad y más sentido pésame.
Marco Polo tenía sus afectos y desafectos; sus amigos y malquerientes. Con razón y sinrazón, pero como dice el refrán, nadie es monedita de oro para caerle bien a todos.
Marco fue hombre sin resentimientos. Una vez, ya hace varios meses, me lo encontré sentado en las escaleras de uno de los principales edificios del gobierno estatal. Yo iba a dejar algunos ejemplares del periódico Opción de Veracruz y le pregunté que hacía allí.
Me platicó que esperaba a un encumbrado funcionario al que le habían encomendado el pago de unas facturas atrasadas y cuyos recursos le eran necesarios para aterrizar su proyecto de contar con estudio propio para grabar el noticiero que tenía planeado transmitir en televisión por cable.
Se había sentado en las escaleras porque el funcionario de marras no se había dignado a atenderlo por enésima ocasión y por medio de sus asistentes lo evitaba con el consabido “ya merito”. Meses después me lo encontré nuevamente, en otro lugar y los pagos no se los habían cumplido, sin embargo no perdía la esperanza de cumplir su meta, su sueño.
Todavía hace unas semanas, platiqué con su fiel ayudante José Luis. El proyecto seguía sin aterrizar y las promesas continuaban sin cumplirse. Sospecho que nunca se cumplieron. Marco Polo fue otro periodista más víctima de la hipocresía de los políticos, que en sus mejores tiempos no encontraban forma original de adularlo para figurar en las noticias que enviaba a Telever.
Descansa en paz Marco Polo, queramos o no, tus amigos, compañeros y conocidos habremos de alcanzarte tarde o temprano y entonces creo que habrá tiempo para seguir platicando. También los que te fallaron habrán de irse, tarde o temprano con toda su mezquindad.
Comentarios: telefonorojo2006@yahoo.com.mx