Teléfono Rojo
Eliseo Tejeda Olmos
El domingo 5 de febrero –ayer
para cuando Tinta Verde ya esté circulando- los militantes del Partido Acción
Nacional y sus adherentes, habrán votado y elegido quien será su candidato a la
Presidencia de la República, si una gallina, Josefina Vázquez Mota, o un gallo,
Santiago Creel o Ernesto Cordero.
Algunos dirigentes blanquiazules
y otros militantes panistas desataron en las “redes sociales” una campaña
llamando a la unidad, cualquiera que sea el resultado de la elección interna de
Acción Nacional para Candidato a la Presidencia de México.
El sentido común, que ya sabemos
es el menos común de los sentidos, aconseja que no solamente el PAN, sino los
otros dos principales partidos políticos, el PRI y el PRD vayan de manera unida
en por lo menos al abanderado o abanderada a la Presidencia, lo contrario es
una derrota anunciada pues más influyen los propios que los ajenos y casa
dividida, siempre será vencida.
Las referencias históricas de lo
dañino que es la división interna para un partido, ciudad, gobierno y hasta
imperios, no faltan, al contrario, abundan. Si la elección de candidato
presidencial en el PAN provoca una fractura interna, con eso podría decirse que
los otros dos candidatos a ese mismo puesto de elección popular, ya tienen un
tercio del camino recorrido y asegurado.
Divididos los panistas trabajaran
unos contra otros para que el elegido no llegue al triunfo, el resto lo harán
sus adversarios.
Me desconciertan, aunque usted no
lo crea amable lector, algunas opiniones y lecturas al interior del PAN sobre
la posibilidad de que Josefina Vázquez Mota no llegue a la candidatura anhelada
y de la que dijo que no se quitará, porque va derecho… me suena, me suena. ¡Ah,
sí! es una frase aconsejada por prestigiada asesora en campañas electorales al
una de tantas veces, aspirante a la gubernatura de Veracruz, Miguel Ángel Yunes
Linares y que tiempo después dijera que la derrota se debió a nadie más que al
choleño.
Bien dicen, el fracaso es
huérfano mientras que al éxito no le faltan los padres adoptivos.
Pero disculpen la distracción.
Decía entonces que a favor de Ernesto Cordero, algunos panistas piensan –luego
entonces, existen- que el ex secretario de Hacienda, quien dijo que no dijo que
seis mil pesos mensuales eran suficientes para coche, casa y escuela particular
para los hijos de cualquier matrimonio mexicano, garantiza más que Josefina y
Santiago, la continuidad del calderonismo más allá del límite sexenal, que no
es lo mismo que garantizar el triunfo.
Con Santiago Creel ocurre lo
mismo que hace seis años, no pasa de ser figura decorativa y comparsa de los
otros dos aspirantes a la candidatura panista. Es tan gris que ni lo critican,
ni lo alaban, sino todo lo contrario y además lleva el mismo eslogan que
primero en campaña y ahora como gobierno enarbola Javier Duarte de Ochoa
¡adelante!.
Pues bien, espero que para cuando
esta columna la haya leído por lo menos más de una o uno, ya sepa al igual que
los panistas y otros mexicanos interesados en la política, si el candidato del
PAN es gallo o gallina.
Buena semana a todas y todos.
Visite nuestro blog:
PD.- pues siempre si fue gallina, o sea, Josefina.