martes, 20 de noviembre de 2012

Los dos primeros años

Teléfono Rojo
Eliseo Tejeda Olmos

Javier Duarte de Ochoa
Pues sí que le tocó ganar la rifa del tigre a Javier Duarte de Ochoa hace dos años. Sin recursos suficientes, con una violencia que alcanzó al estado después de propagarse por los estados del norte del país y con una serie de recomendados para ocupar puestos de segundo nivel en su gabinete, ha tenido que afrontar todos los retos para evitar que la nave estatal se hundiera.
Como si eso fuera poco, en la pasada elección federal poca ayuda recibió de quienes se supone debieron echar toda la leña al asador para que el candidato del PRI a la Presidencia de la República, Enrique Peña Nieto ganara de calle en la entidad, pero no fue así.
Pero bueno, llegó ya el tercer año de gobierno y han pasado los primeros dos que de acuerdo al mensaje del gobernador Javier Duarte en el World Trade Center de Boca del Río, fueron los más difíciles porque ahora como rezó el slogan de campaña, “viene lo mejor”.
En verdad que el deseo es que así sea para beneficio de los veracruzanos que han sufrido el acoso de la violencia y el desempleo.
Erick Lagos
En lo que se refiere a la cuestión política, después de la ratificación en el Consejo del PRI Veracruz celebrado también en el WTC el pasado domingo 18 de noviembre, muchos son los que se preguntan cuál es la verdadera intención de que continúe al frente del partido tricolor Erick Lagos.
¿Acaso otra oportunidad para que se revindique después de los negativos resultados de la pasada elección federal? Porque nadie cree que sea con el propósito de afrontar en el 2013 resultados adversos en la votación de por lo menos cinco importantes ciudades veracruzanas: Xalapa, Veracruz, Boca del Río, Córdoba y Tuxpan.
Al igual que el todavía coordinador de los diputados locales, Jorge Carvallo Delfín, el ratificado dirigente estatal priísta ¿se merece otra oportunidad?
Américo Zúñiga
El costo político puede ser mayúsculo, porque si al igual que en Xalapa en donde se comienza a dudar sobre la conveniencia de postular al joven diputado Américo Zúñiga Martínez para darle la candidatura a quien sabe quién, se dará la bandera tricolor a personas que solamente se conocen en las altas esferas y no precisamente por sus capacidades políticas, entonces no hay que ser adivino para saber que se presentará una derrota anunciada para el PRI.
Los descalabros recientes en las elecciones federales en Veracruz dieron al traste de más vale malo por conocido que bueno por conocer. Para aspirar al triunfo en municipios como Xalapa, Veracruz, Boca del Río, Córdoba y Tuxpan, se necesitan más que candidatos ansiosos por ser presidentes municipales, a quienes han demostrado disciplina y trabajo partidista.
Hacer un lado la advertencia de que casa dividida está destinada al derrumbe, es menospreciar la sabiduría de hace más de dos mil años. Un PRI dividido por la imposición de falsos liderazgos no necesitará de opositores fuertes porque como lo dijo hace muchos años el actual diputado federal Uriel Flores Aguayo, cualquier partido diferente al tricolor podrá ganar con una vaca o un pillo andando, ya veremos si no es así.

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